Teoría del color según Sevilla y el traje de flamenca.
Flamenquis…
Ya lo pintaba Joaquín Sorolla en su visión de Sevilla. La flamenca, la alegría desbordada, el olvido de penas y males, se llena de color. Desde mantones bordados pasando por los trajes de flamenca o las diferentes vestimentas para acudir a aquellas ferias de ganado. El color, amigo de los diferentes estados de ánimo, es quizás de los elementos más importantes del traje de flamenca.
El colorido del traje de flamenca y sus complementos siempre ha sido esencial. Recuerdo que hace años se decía aquello de “los trajes de flamenca negros no son para la feria” y, sin embargo, hoy el negro está lleno de color aunque en sí misma la aseveración parezca una contradicción.
Seamos sinceras. Determinadas combinaciones de colores y estampados no nos los pondríamos en el día a día pero cuando vestimos de flamenca somos más atrevidas. Sólo el hecho de arreglarnos, peinarnos de un modo diferente al habitual, el maquillaje y los complementos que llevamos nos hacen ser capaces de poder con casi cualquier estampado o color.
Hemos pasada por las combinaciones de color más estridentes y horteras de mundo. Siempre diré que el marrón chocolate con el naranja, turquesa o lima, hizo mucho daño a principios de los años dos mil.
Sin embargo, los colores vivos han sido fuente del traje de flamenca años atrás. Turquesas, amarillos, rojo, fucsias, etc. siempre han sido colores llenos de vida que han paseado, no sólo por el Real de la feria sino los tablaos, escenarios, y películas. No sé bien si por moda o porque en cierto modo y como suele decirse, “las penas, con los labios maquillados en rojo, son menos penas“.
Pero no todo es irradiar color desde la lejanía. El blanco también ha tomado calles de la Feria y películas del modo más elegante del mundo. ¿Quién no ha soñado con el traje de flamenca blanco perforado de Lina que Grace Kelly llevó a la Feria de abril? Y ya que estamos, tomad buena nota de blancos, marfiles y camel combinados entre sí que todo puede ser que vuelva para 2018, de hecho, vimos varios adelantos en las pasarelas de este año.
Los trajes de luces de los toreros, los mantones de manila, los carteles de las Fiestas de Primavera en Sevilla, las obras pictóricas unidos a los trajes que lucían las artistas sobre un escenario siempre han sido el punto de referencia para la moda flamenca. Esas mezclas, esos coloridos han llevado a los diseñadores a crear ese universo de colores para vestir de flamenca año tras año.
La pregunta de cada año es “¿qué color se lleva?” Y por mucho que queramos dar una respuesta cierta a llegado un punto en el que hemos de responder “todos“. Pueden predominar más unos tonos que otros si observamos el cómputo general de los trajes de flamenca que se ponen sobre alguna de las pasarelas de moda flamenca. Ahora bien, el Real de la Feria sigue siendo otra cosa. A veces el color de moda predomina en el traje. A veces, en los complementos. A veces, se apuesta por otros colores.
El revuelo de volantes de las mujeres vestidas de flamenca en la Feria de Sevilla no se concibe sin vida, sin color. En nuestra mente hemos coloreado las fotos en blanco y negro que nuestras madres o abuelas nos han enseñado y, hasta el negro, lo hemos llenado de vida con los complementos y flores de flamenca.
Trajes de flamenca que hacen juego con el cielo una mañana de feria, con los farolillos, el verde o el rojo de las lonas o el colorido de sus espadañas, macetas llenas de geranios o las buganvillas del barrio Santa Cruz. El color, según Sevilla y el traje de flamenca que nunca deja de ser sinónimo de alegría, de compartir con los amigos en un Real que rebosa vida.
Flamenquis… contadme ¿es el color del traje de flamenca en lo primero que pensáis a la hora de comprar un vestido?
Besitos por bulerías!!