Ventura en We Love Flamenco 2019: ‘Resiliencia’
Lo dije hace tiempo. “Este niño viene moderno” y “boom!” no me equivoqué.
¿Sabéis esa sensación de impacto? ¿ése instante en el que nada es lo que esperabas pero intuías que podía pasar? ¿Sabes el momento en el que, de repente, algo te golpea el corazón y te deja abrumado? ¿Y ahora qué? ¿Qué más hay en esa cabeza? ¿Tengo que esperar un año para ver si ésto ha sido verdad o es algo pasajero?
No, no puede ser verdad.
Eran las dos de la tarde de aquel domingo cuando se apagaron las luces. Recuerdo que salió la primera modelo con aquel vestido… No, no puede ser verdad. ¿Ventura? Yo acostumbro a verle caracolillos al pelo, labios con brillo, moño bajo o pelo suelto, que suene Sevilla a golpe de marcha o de taconeo bien flamenco. No, no puede ser verdad. ¿Ventura? Con deciros que por poco, casi ni hago fotos de aquel primer vestido.
Sí, Ventura ha crecido y ha madurado sobre las pasarelas de moda flamenca. Ha llegado, ha propuesto un estilo moderno, actual, donde los bolsillos, los cortes geométricos y las tachas venían a formar parte del traje regional que crea moda.
Mira, aprende, disfruta, baila, canta, ¡déjate llevar! Siente, cambia, evoluciona. Se acabó el tener miedo, el estar oculto en la sombra del “qué dirán”. Adáptate a tu propio estilo, intercambia elementos, resuelve cada patrón con la puntada precisa.
Resilencia:
Capacidad de un material,
mecanismo o sistema para
recuperar su estado
inicial cuando ha cesado la perturbación
a la que había estado sometido.
Chaquetas que adornan trajes entallados con el que gustarse rematados en volantes sencillos, sin más adorno que el bamboleo de cada paso. Canasteros o no. Cinturones que ajustan la cintura, mangas, en la mayoría de los casos, carentes de volantes.
Imagínalo así. Suena Beyoncé. Y ante el paso firme de la modelo que recorre la pasarela, la pose tranquila, el saber que se sienten ‘guapas‘, vamos descubriendo cada traje de flamenca.
Imagínalo así. Del lienzo en blanco que se va coloreando, llenando de flores, de geometría, de líneas, hasta llenarse de color y volver a la fortaleza, serenidad, y profundidad del negro.
Imagínalo, de veras, imagínalo así. De tonos pasteles a morados, rojos, malvas, verdes aguas o rosas envueltos en un patronaje geométrico que combina colores. La incesante transformación de un persona que deja de sentirse sometida a habladurías. Que se siente libre para crear, para encontrarse y definirse.
Un año, sólo queda esperar un año más para saber si ésto ha sido o no verdad, para saber si ha sido pasajero.
No, no puede ser verdad.
Besos por bulerías!!