Tendencias 2019: ¿Habrá pasado el tiempo del volumen en los trajes de flamenca?

Flamenquis…

A mediados de esta temporada flamenca de 2018 hablaba con una diseñadora de la que todos hemos alabado, entre otras cosas, es u trabajo con el tull y el organdí y el volumen que ha dado a sus trajes de flamenca años atrás. Hablaba con ella porque en su colección de 2018 The Change, nos mostró una flamenca, lánguida, sensual de trajes ajustados y carentes de todo volumen. Sí, hablaba con Cristina García de que quizás a los diseñadores se les está pasando la época del volumen extra en los trajes de flamenca. Ella me comentaba, muy acertadamente, que otros diseñadores habían tenido su época de trajes voluminosos y que, en algún momento, se habían cansado y habían recurrido a diseños donde se interpreta a una mujer de tejidos con caída y pequeños volantes donde la silueta toma todo el protagonismo. Por ejemplo, entre ellos podríamos hablar de Amparo Maciá, Vicky Martín Berrocal, JLu. Zambonino, etc. Después habrán vuelto o no a trabajar el volumen pero han tenido un impás de tiempo en el que han trabajado otras formas. ¿Ocurrirá en 2019 igual?

Ahora, que comento con unos y otros las primeras ideas de las nuevas colecciones, me encuentro con que más de uno baraja esta idea, si no en toda una colección, al menos en algunos de sus trajes. Otros están pensando en quitar el volumen extra dejando a los trajes algo más “natural“.

Por favor, entended bien a lo que me refiero. No digo que se le quite vuelo, que puede ser o no, no digo que todos los trajes de flamenca de 2019 vayan a ser lánguidos, caídos y de tejidos que se marquen. No, ni mucho menos. Hablo de ese excesivo volumen que a muchas nos ha enamorado años atrás. Para entendernos y, en lenguaje coloquial, ¿dejaremos de ver tanto traje “armatoste”? 

Ya hemos visto que algunos diseñadores han tanteado esta opción, como por ejemplo, Daniel Robles, Mónica Méndez o Luis Fernández entre otros. Raro es el diseñador que no ha presentado algún look con volantes que nacen en la cintura, camisero o una serie romera donde desaparecen las inmensas enaguas de organdí. Otros, como José Hidalgo, es fiel a este tipo de diseños y tiene su clientela fija. Pero ¿se convertirá en una tendencia generalizada para la temporada flamenca de 2019?

Supongo que para todo hay una edad, un tiempo, y si a eso le sumamos que llega un momento donde vemos más de ¿2.000? trajes de flamenca sobre unas y otras pasarelas y todas las colecciones abusan del volumen siempre hay alguien que quiere marcar la diferencia. Al principio le llamarán loco, como funcionen, le seguirán la pista.

A nosotras, probablemente nos cueste un poco verlo al principio, evidentemente, en una foto, en pasarela o en un storie de instagram dando vueltecitas, es mucho más vistoso un traje de flamenca inmenso pero quizás haya que plantearse que la historia puede empezar a cambiar.

Habrá que esperar a 2019 para ver si, finalmente, los diseñadores se atreven o no con ello. Hoy por hoy, no tenemos la respuesta.

Besitos por bulerías!!