Patricia P. Bazarot en Simof 2015: ‘Mediterráneo’

Flamenquis…

Este año a Patricia P. Bazarot le tocaba desatarse de aquellas amarras que la tenían atrapada. Tocaba desprenderse de la oscuridad, del sentirse en un camino sin dirección alguna, esos momentos en los que no se sabe si una carrera profesional va o viene. Tocaba dejar atrás el sentirse sola entre cuatro paredes. Tocaba llenar de color, luz y movimiento la pasarela de Simof 2015 y, para ello, nada mejor que hacerlo con su particular ‘Mediterráneo‘.

Si con la pureza del blanco, simulando esa espuma que nace de las olas cuando rompen a los colores verde agua, rosas, amarillos, naranjas y rojos para simular el atardecer hasta llegar al azul noche y el brillo de las estrellas en su último vestido, blanco y dorado.

Elegancia fue la palabra más repetida entre todos los que vieron el desfile. 

El movimiento lo ponían las gasas,crepes de seda y el tul de plumeti mientras las modelos al caminar conseguían que los volantes, “andasen solos“. ¡¡Qué diferencia con el año pasado!!

Ya sea con volantes canasteros o con volantes de capa, las faldas de los vestidos se llenaban de volumen, este año, sin que los trajes de flamenca pesen una pizca. Ligereza, sutilidad, suavidad… y ese punto de dulzura que siempre caracteriza las colecciones de Patricia P. Bazarot.

Una vez más, las mangas y escotes juegan un papel importante en su colección. Escotes asimétricos, mangas húngaras, cuidadas transparencias.

Por segundo año consecutivo Patricia P. Bazarot apuesta por los complementos de Candela de Reina para sus trajes de flamenca mientras que los bolsos son de la firma Los bolsos de Pepita y las flores, esta vez, han salido de las manos de la propia Patricia. Hortensias, gerberas, magnolias o flores tropicales, entre otras.

Pequeños brillos se cuelan por las faldas que Patricia P. Bazarot propone a base de pequeñísimas lentejuelas. Todo muy sutil, casi sin llamar la atención, así, como es ella y siempre recordando a uno de sus primeros trajes de flamenca previos a sus colección de noveles hace ya algunos años.

Del día a la noche sentada en su particular playa del Mediterráneo, Patricia P. Bazarot, se ha deshecho de lo que le pesaba, ha conseguido romper sus propios esquemas, ¡el tul o el organdil ya no es un misterio!.

Sentarse en silencio a reflexionar, pensar y calmar sentimientos para atraparlos en las faldas de los trajes de flamenca cortando las olas como volantes o, las conchas, como escotes. Sentarse, permanecer quieta, observar para finalmente cambiar sin dejar de ser la Patricia de líneas puras, sin dejar de ser Patricia P. Bazarot. 

Flamenquis contadme… ¿Qué os ha parecido la colección de Patricia P. Bazarot? ¿Os gusta su apuesta en amplia mayoría por los lisos? ¿Y los tejidos? ¿Y los escotes y mangas? 

Besitos por bulerías!!