Inspiración, ¡ven a mí!
Flamenquis…
Dicen que cuentan que comentan los dimes y diretes de este mundillo tan flamenco que hay a quien le falta la inspiración. Otros, sin embargo, la creatividad la llevan en la sangre. O en la cabeza. Mezclan tejidos, colores, entrelazan un encaje con un bordado, el madroño dibuja el escote, se estampan telas y la manga termina en una hombrera torera dorada.
Quizás el problema venga cuando se hacen trajes por hacer, sin una línea argumental, sin saber qué quiere contarse sobre la pasarela. Y se mezcla y combina todo. Un sinsentido, una amalgama flamenca.
Entonces todo falla. El diseño pasa a ser secundario… total, ¿qué más da?. Siempre se dijo aquello de que los trajes de flamenca canasteros o de dos volantes en popelin de lunar blanco y rojo es un básico. Claro, siempre quedan bien ¿verdad? Pues no, véase la ironía de mis palabras. Se supone que eres diseñador, por lo tanto, debes diseñar. Y eso no implica hacer trajes ‘raros’. Esto no es un todo vale y todo es diseño. No por ponerle más y más (y más y más) cosas al traje se es diseñador. Los volantes, las transparencias, los encajes, bolillos y aplicaciones se ponen con un fin. Enmarcan, dibujan o disimulan algo en el cuerpo. El gusto y la elegancia también forman parte del “diseño”.
Es difícil gustar a todos, casi imposible diría yo, pero nadie dijo que diseñar fuese fácil. Esto es como el médico que se enfrenta a una operación, nada es fácil y siempre pueden surgir complicaciones inesperadas.
Y después queremos arreglarlo con los estilismos. Y ya estilista es cualquiera. Y entonces, ¡¡zas!! ocurre que el estilismo nada tiene que ver con los trajes, simplemente no encajan. Y a veces lo más bonito es una flor y un pendiente que no escondan un traje. Dejemos a los verdaderos estilistas trabajar.
Porque todo el mundo no es capaz de hacer el espectáculo que Rosalía Zahíno muestra en una pasarela. Ni todo el mundo es capaz de hacer un trabajo tan bueno como, por ejemplo, Amparo Macia, Cristina García, Cañavate, Vicky Martín Berrocal o Ana Morón. Enseñan los trajes y no los esconden debajo de inmensos mantones, ponchos, miles de flores o enormes collares que combinan con un tocado que no sabemos qué pinta ahí. Presentan su colección “al desnudo“. ¿Y para qué más?
Todo debe tener sentido. Seamos realistas, hay que vender trajes de flamenca, claro que sí. Pero cuando un diseñador tiene un estilo muy marcado, las clientas vamos a buscarlo por ése estilo que tiene, porque nos sentimos identificadas con su forma de entender la moda flamenca. Y el diseñador conoce perfectamente a la clienta de toda la vida. Sabe qué debe tener en su nueva colección. El problema es cuando se da palos de ciego o se quiere abarcar más de lo que se puede.
Y aquí no hablamos de gustos personales. No, ni mucho menos. Si hay algo que he aprendido en estos cinco años como blogger de moda flamenca es a tener la mente abierta. Y una cosa es lo que yo personalmente me pondría para ir a la feria y otra distinta es reconocer cuando un diseñador hace un buen trabajo, sea cual sea su estilo personal.
Hoy falta un día menos para presentar los trajes de flamenca sobre una pasarela. Me da igual cual. Un día menos del calendario. Y yo tengo ganas de ver Moda Flamenca, así, con mayúsculas y quiero enamorarme de un traje para después llevarlo al Real.
Y uno puede inspirarse en cuadros, estampas antiguas, el tan recurrente mundo del toro, contar un cuento o inspirarse en Carmen la Cigarrera, puede darle una vuelta de tuerca a las vidrieras de la Catedral de Sevilla o, como Carmen Vega en Simof 2013, presentarnos “Flamencas de aquí y allá” recorriendo los distintos continentes. Hemos tenido piratas, hemos llevado la calle del infierno y sus “cacharritos” a la pasarela, la mafia y hasta las flamencas más rockeras, los ángeles de Victoria Secret también fueron a Simof de la mano de Sara de Benítez.
Se puede hacer todo con gusto y estilo pero sobretodo se debe diseñar. Porque el cuento que interpretan las modelos no es más que eso, un cuento que dura treinta minutos pero el traje ¡¡ay el traje!! ése debe terminar formando parte del Real, del armario de aquella flamenca que, cada vez que lo mire, se debe volver a enamorar.
Besitos por bulerías.
8 Comentarios
Reyes
Totalmente de acuerdo contigo!!!! Que un traje lleve de todo no significa que sea bonito..es más, incluso no creo que compense demasiado al diseñador sacar a la luz un traje demasiado recargado en los tiempos que corren..
Llevo bastantes años visitando SIMOF, y por supuesto, siguiendo tus resúmenes de cada desfile, y tengo la pena de que desde hace tiempo no recuerdo lo que es enamorarse de un traje en una pasarela. Ojo, que con esto no quiero decir que los trajes sean feos ni malos, ni nada por el estilo. Simplemente que para mi gusto últimamente falta “magia”, y que no todo vale con tal de mostrarse en una pasarela..no se vosotras, pero yo busco un traje de flamenca, no unas alas, ni sombreros de frutas… Besos!!
claudia
Reyes ¿has visto como había post? jeje… Ya sabes que yo siempre distingo entre lo que veo en pasarela, muchas veces espectáculo para buscar la foto que después salga en prensa, para contarnos algo, porque estén concursando… lo que sea. Y otra cosa es la propuesta para ir a la feria (ni barcos, ni tocados, ni mantillas…) Pero creo que se haga de una forma o se haga de otra (también es muy aburrido ver 40 trajes de flamenca canasteros o de dos volantitos con la flor arriba y ya está desfilar por en una pasarela) lo que debe primar es el diseño del vestido. Que trajes de flamenca bonitos hace muchísima gente que no son diseñadores, si eso es lo fácil, hacer un traje de flamenca bonito. Pero al diseñador le pido más. Es difícil encontrar ese punto medio, sí, pero si hay quienes lo consiguen es que no es imposible. Digo yo.
cristina
me ha encantado el post!! qué bien contado y explicado. no vale el “todo vale” para intentar ser más original que el de al lado.
pero de todas maneras, yo no compro algo que no me guste por mucho que se vea en una pasarela o una revista. allá ellos con sus desfiles y el resultado de sus ventas.
un abrazo.
Carmen Maya diseñadora de Paseo de Albero
Buenas tardes,me gusta como escribes y describes,se traduce en ello el cariño que le pones a tus palabras y la pasion al defender una opinion.Con respecto al post te doy la razon en parte,y digo en parte,no por que no la tengas en todos los argumentos que expones,si no en el fondo de tu exposicion,me pregunto muchas veces,que no esta diseñado ya? Como bien dices,hemos visto absolutamente de todo en pasarela, y estoy segura que las y los diseñadores expusieron lo mejor de ellos,claro que todo no vale,y lo que se espera es ese traje libre de adornos innecesarios y cortes imposibles,es dificil a estas alturas encontrar algo que no se haya mostrado ya,por ese motivo es cada vez mas dificil sorprender,y enamorar.esperemos que nuestras pasarelas demuestren de lo que aun puede surgir de la imaginacion de un diseñador y que sea realmente un trabajo que nos llegue a cautivar.
Recibe un cordial saludo y felicitaciones por tu trabajo.
Paseo de Albero.
claudia
Carmen muchas gracias por pasarte y comentar. Quizás en algún argumento no me haya explicado correctamente, no sé si es así.
Cuando digo que “no todo vale” me refiero a dos cosas: ni a poner adornos, cortes o volantes que no pintan nada, es decir, sin un sentido ni el recurso de usar un traje de flamenca sin nada de diseño, pobre en cuanto a metros, ya no “básico” sino sin nada que agradecerle a Dios y después quererlo vender en pasarela con un gran estilismo que casi oculta el traje. El diseñador entonces ¿qué vende? ¿el traje o los complementos? Porque después se nos escribe a nosotros diciéndonos que hacemos más hincapié en los complementos que en los vestidos. Debe primar siempre un buen patronaje y diseño. Todo lo demás forma parte del espectáculo que se ofrece durante el desfile. Hay quien opta por montar un teatro, hay quien se aleja de todo eso y saca a las modelos tal y como quiere ver a la mujer en feria y hay quien encuentra un punto medio. Todo es válido pero que los diseñadores no se olviden de diseñar.
Un abrazo.
Carmen Maya diseñadora de Paseo de Albero
Gracias por contestar,estoy deacuerdo contigo,en el punto que has aclarado,perfecto! eres un encanto! enhorabuena denuevo por tu saber hacer.
Un abrazo.
Marta
Hola Claudia!
Tu blog es genial, te sigo desde hace varios años.
Me animo a escribirte para pedirte un gran favor, me estoy iniciando en la costura y he empezado por el traje de flamenca, me puedes ayudar a elegir un corte que no sea complicado, telas,…
Para mi y mi princesa de casi 3 añitos. Me recomiendas algún patrón? Tengo mil ideas en la cabeza y no se como llevarlas a cabo, y mi profe me aconseja poco vuelo, aunque me encantan los volantes con muuuucha tela…
Mil gracias de antemano.
claudia
Hola Marta, ¿poco vuelo por qué? No!! Salvo que pretendas hacer una batita para alguna romería o algo ¿qué motivo hay para hacer el traje con poco vuelo? Ya que te pones y te vas a gastar el dinero en telas, encajes y demás, hazlo en condiciones. Mira para ti, así para empezar, lo más sencillo es un cuerpo enterizo de corte sirena y uno o dos volantes. La manga como más te guste, sisa, larga o francesa. A los volantes puedes ponerles algún tipo de pasamanería, lo más fácil son es poner plisados, ondulinas o algún bies con puntilla. Para la peque, todo el mundo apuesta por los trajes marisol pero te aseguro (yo hice un par de ellos) que al ser tan pequeños eso tiene más trabajo a veces que uno grande. Además vas a tener que calcularle las alforzas para cuando crezca. Así que mi consejo es que le hagas un canastero con volantes al hilo y el talle desde el culete, bien altito. Eso no es más que cortar el cuerpecito y liarte a unir tiras de volantes. Espero que te sirva. Un besote!