Noche clarinera vestida por Cecilia Alcántara. Dos nuevas batas de flamenca.
Flamenquis…
Sin más argumentos que pasar un buen día con unos amigos me fui a descubrir la Romería de Clarines este fin de semana. No me pudo gustar más. Imaginad un aldea del Rocío en pequeñito y las mujeres bien vestidas de flamenca. Entre trajes de flamenca de El Ajolí, Manuela Macías, Carmen Acedo y Guadalupe Moda Flamenca andaba el juego. Volumen y más volumen. Canasteros llenos de color y metros y metros de tela. Las flores, en su inmensa mayoría de Depitiminí.
Y allí estábamos nosotros. Batas de flamenca que terminaron de confeccionarse la madrugada anterior. Salidas de las manos, una vez más, de Cecilia Alcántara. Pero, en esta ocasión, no sólo me vais a ver a mí, sino también a ella.
No hay una sola vez que Cecilia no me vista al son de Triana. Creo que con estas dos batas entenderéis a la perfección dos cosas. De un lado y para quien aún no lo conozca, el estilo de Cecilia Alcántara con ese saborcito vintage a base de detalles, ya sean con cintas de terciopelo, colores envejecidos, mantoncillos a la antigua usanza, etc. De otro, la diferencia entre batas para hacer un camino y trajes para la aldea o días de salida de la hermandad.
Como se puede ver en la confección de Cecilia no hace falta mucho más que una tela bonita, atractiva, saber combinar colores e imaginación para la hechura. No es necesario tirar de metros de pasamanería o encajes, no hay organdiles ni plisados. Sólo detalles. Eso sí, las garruchas de mi traje no se sacan de dos o tres metros ni las enaguas canasteras se hacen con metro y medio de tela.
Traje, flores, complementos… todo está elaborado por Cecilia Alcántara. Ya sabéis que ella no deja nunca un detalle sin perfilar. Hasta el peinado te lo revisa si es necesario. A ella le gusta que sus flamencas salgan vestidas de su taller y revisa todos los detalles.
Noche clarinera entre amigos, a los sones de ‘Caridad del Guadalquivir’ interpretada por los tamborileros delante de la Virgen en una noche de agosto que envolvimos en batas de lino, nada pesadas, colores que dibujan una sonrisa, peinecillos dorados para enmarcar ese moño bajo, encajes que salpican unos volantes y garruchas que abrazan la sencillez. No hace falta mucho más para descubrirse ante el nerviosismo de quien mira a lo lejos, de quien no dice nada, de quien te ve venir.
Flamenquis contadme… ¿qué os parecen estas dos batas de flamenca de Cecilia? ¿Os gustan? ¿Y su estilo? ¿Preferís los trajes de flamenca voluminosos para las romerías o apostaríais por batas elegantonas y sencillas como éstas?
Besitos por bulerías!!
5 Comentarios
El Ajolí
¡Estupendo post, como siempre! Nos encanta tenerte por la tierra. ¡Olé Claudi!
carmen planchuelo
Claudia voy a Granada a finales de septiembre ¿me recomiendas alguna tienda donde puede ver vestidos y cosas flamencas?
Fina
¡Qué bonitas batas, Claudia! La que llevaste tú me parece una locura de preciosa! La de Rosa, también, aunque es otro estilo. Me ha hecho mucha gracia verte en la foto confeccionando la enagua… y todo lo que escribes es lindísimo.
Espero que hayas disfrutado, con la gente que quieres y te quiere. Abrazos
Ana Rodríguez
Buenas tardes Claudia!! Te sigo a través de este blog y cuando he leído Clarines me he sorprendido de que hayas estado en la romería de mi pueblo, Beas. Estuviste en esa casa pero lo que no te puedes perder es el camino hasta Clarines el día 14 de agosto. Ese día cuando la Virgen llega a un sitio llamado “Los Grifos”, se “bautizan” a los nuevos clarineros; así que la próxima romería que te bauticen. Espero que te haya gustado esta fiesta, un beso.
claudia
Hola Ana!! Muchas gracias por acercarme un poco más con tus palabras la romería de Clarinea. No es que me gustase la romería ¡¡es que me encantó!! No sólo la “vida” en las casas sino también la salida y el recorrido de la Virgen por la aldea… todo! El año que viene si puedo iré el día 14 como me recomiendas y conoceré aún más tu rimería. Un besote.