Adiós a Doña Cayetana de Alba.
María del Rosario Cayetana Paloma Alfonsa Victoria Eugenia Fernanda Teresa Francisca de Paula Lourdes Antonia Josefa Fausta Rita Castor Dorotea Santa Esperanza Fitz-James Stuart y de Silva Falcó y Gurtubay… nos ha dicho adiós.
Imagino que la prensa comenzará así sus distintos artículos. Unos debatirán sobre la herencia, sobre sus amores, su vida en general, sus hijos o si Alfonso la quería o dejaba de querer. Otros dirán que era una dura terrateniente, se debatirá si Fran Rivera debe o no ir al entierro, se dirá que como persona era “tal o cual”, incluso no me extrañaría que volvieran a emitir esa serie sobre su vida por la que ella tanto se enfadó. Bueno, éso no importa aquí.
Si este blog se llama ‘Entre cirios y volantes’ no podía pasar por alto, siempre desde el mayor de los respetos, que hablar de esos momentos en los que, la mantilla y un traje de flamenca, formaba parte de sus días. Imágenes que todos recordamos, estampas que año tras año, feria tras feria, esperábamos ver en las revistas y otros medios de comunicación.
Todos dicen y así lo ha demostrado ella misma a lo largo de su vida, que estaba enamorada de Sevilla, de sus tradiciones, de su Feria de abril y, como sabéis, era hermana de la Hdad. de Los Gitanos, incluso la Virgen de las Angustias lleva un manto que la Casa de Alba le regaló. Hasta compartió cartel con Juana Reina para anunciar las Fiestas de Primavera de Sevilla en 2010.
No era extraño verla vestida de flamenca tanto en feria como en el Rocío. En numerosas ocasiones era Lina quien la vestía, un clásico sin duda alguna al que, Doña Cayetana, siempre daba su toque particular. Hippie, si quiere decirse así en algún que otro momento.
Con ella no valían los “estilismos puros“. No se le podía pedir que se recogiera el pelo, que se quitase las gafas o que no llevase un collar artesanal que nada tuviera que ver con los complementos de flamenca tradicionales. Al igual que en su día a día ella implementaba su forma de ser en su vestuario cuando se enfundaba un traje de flamenca hacía igual.
La hemos visto siguiendo las tendencias en moda flamenca “a su manera“. Desde las mangas de farol que marcaban los años, a trajes de nesgas abiertas o volantes rizados de organdí. Mezclaba los colores de los trajes con claveles, jugaba con sus complementos y lucía maravillosos mantones bordados.
Hace tres años recibió el galardón que Mof&Art por su labor de difusión del traje de flamenca y a la cultura andaluza y, en Simof 2014 recibía el galardón ‘Flamenco en la piel’ por su apoyo incondicional al sector de la moda flamenca y, como no, a Simof durante estos veinte años. Sin duda alguna, reconocimientos, pequeños o grandes, que se le hicieron a la Duquesa por su inestimable contribución.
Sin más, con el recuerdo de la Duquesa bailando unas sevillanas, hoy me despido de vosotras.
Adiós a Doña Cayetana de Alba.
D.E.P
7 Comentarios
Ana
Claudia, precioso el post de hoy. Gran homenaje a una persona que, como tu has explicado, tendría sus mas y sus menos, pero que ha vivido a su manera y ha dejado su huella en todo lo que ha hecho. Sin duda un gran ejemplo. Bravo por ti, que lo has sabido plasmar de una forma tan hermosa.
D.E.P.
Fina
Aunque no la conocía personalmente ni he tenido ninguna relación con ella, me parecía una mujer cercana y generosa. Pudo vivir como quiso y no creo que haya hecho mal a nadie, bien sí que me consta que ha hecho a Sevilla.
Muy oportuno el post, Claudia. Da gusto verla vestida de flamenca… era auténticamente ella.
Que Dios la tenga en su Gloria.
carmen planchuelo
Estupendo Claudia, la Duquesa era una mujer particular que se puso el mundo por montera y que lucío todo lo andaluz con gracia, con orgullo, nunca se me olvidaran sus pasitos de baile el dia que se casó, supongo que era una forma de decirle al mundo lo muy feliz que se sentia. Seguro que alegra los cielos.
Cat of Sunshine and Sietas
Tienes razón – no puedes pasar por lo alto. Ayer empecé también un post sobre mis sentimientos acerca de esta persona tan mítica, pero no me sentía bien si aún estaba luchando. De punto de vista de una extranjera, siempre me ha parecido una mujer con los pies agarrados a la tierra, a pesar del dinero, del prestigio y del patrimonio. Se centraba en ser ella misma, y eso es lo que llevaré de recuerdo de Doña Cayetana.
la malaguita
Claudia, cariño, que bonito homenaje le has hecho.
Preciosas tus fotos y enfocado totalmente al blog tuyo.
Como siempre me has hecho disfrutar de tus palabras aunque en esta ocasión sean tan tristes y a la vez tan de respeto.
Un beso por malagueñas.
sarita
Me sumo a las opiniones aquí expuestas. Claudia, en lo tuyo, y esta mujer en lo suyo, que era el amor a Sevilla y lo q le rodea. Lo demás importa lo justo. Enhorabuena. Aunque no lo sepa, esta mujer ha conseguido que alguien la describa así, sin más. Un abrazo!!!
Yolanda
Gracias ,Claudia por recordar a esta gran señora, que habrá tenido sus virtudes y sus defectos como todos los seres humanos. Pero de lo mejor que hacía era pasear a gala por todos los rincones del mundo su amor por Sevilla y sus tradiciones. Un ejemplo a seguir. Gracias.