-
Sin jueves Santo ni Madrugá
Llegaban las tres de la tarde y Cigarreras lo tenía claro “este año le rezamos en casa, nuestra estación de penitencia será la de esperar un año más” Y es que, aunque la mañana había estado pasable, al menos donde yo vivo, según se acercaba esa hora, el cielo se teñía de negro. Nos quedamos sin mantillas, quizás hoy veamos todas las que no pudimos ver ayer, nos quedamos sin esos caballos que, fibrosos, con fuerza, con los escorzos que forman, hacen temblar La Campana, sin la delicadeza y asombro de los niños cuando dicen eso de “papi, mira los caballos” sin saber la grandiosidad del momento que refleja ese…
-
Jueves Santo y Madrugá
Lágrimas en los ojos… el Jueves Santo no fue mi día. Desde que hablé con mi Tuno me di cuenta de que iba a ser un día duro y cargado de emociones para mí por motivos distintos a la Semana Santa. Fue un día de llorar, rogar y rezar. Mientras las mantillas recorrían los templos vistando los distintos Sagrarios, mientras se ultimaban detalles en las hermandades tanto del Jueves Santo como de la Madrugá, mientras el sol lucía con fuerza y descaro por Sevilla (bendito sol sevillano), mientras la bulla fervorosa se comía su tapita de pavía o su bacalao (que no se puede comer carne), mientras las calles se…