¿Sabías qué…?
Es en el año 1877 cuando, debido a la continuidad de las visitas de Isalbell II a nuestra Feria, los sevillanos deciden adornar las calles de la misma con los coloristas farolillos de papel, formando, desde entonces, parte de nuestra Feria. En las casetas se usan de todos los colores pero en las calle sólo los vemos de dos colores que cada año se alternan: rojo y verde.