Mi Rocío 2017 junto a la Hdad. de Sevilla -El Salvador-
Flamenquis…
Mi Rocío no ha podido ser mejor. Los caminos se llenaban de silencio cada mañana que mi #VerdeEsperanza y yo emprendíamos la marcha a caballo en busca de la Hermandad. Mágicos instantes que entre los verdes pinos del camino de Hinojos me recordaban a aquella estampa que fue imagen de nuestra invitación de boda. El Rocío ha sido un sinfín de emociones. Volver a caminar junto a él después del año pasado caótico por el agua. Coscón y Arturo nuestros guías.
Para la salida elegí un diseño de Camacho Ríos en coral y marfil con detalles en negros. Falda inmensa canastera y body con manga húngara y escote a la caja que me libró de los rayos de sol y quemaduras pertinentes del camino. Los complementos de Samuel Ortega en dorado me acompañaron un año más.
El Pudio fue nuestro lugar de encuentro después de la salida a pie. Ya con Coscón y Arturo acompañándonos en este punto donde la hermandad se entorna diferente, surgen los cantes despacito y el agobio de salir de las carreteras y del centro de la ciudad ya ha pasado. Mi jueves de salida últimamente es con la reunión de los “Cero problemas”. Gracias a todos por acogernos con tanto cariño.
Amanece en Cuatrovitas y la Hermandad se prepara para ir en busca del Vado del Quema donde sin duda se volverán a repetir instantes más que emocionantes. Por primera vez bauticé a dos nuevos peregrinos. Ellos macarenos, yo trianera. Todos, rocieros de Sevilla. “¿Qué nombre me vas a poner?” Me preguntaba Luismi en cierto modo temiéndome. “Te voy a llamar Puente y aparte de las arenas” Y el pobre sonreía temoroso.
Diseño de Rosa Pedroche que, desde el principio, tuvimos claro que era para cruzar el Quema “tiene que ser para algo especial” Me decía Rosa y su hermano cada vez que hablábamos de este maravilloso conjunto. Body negro adamascado y falda reversible, con vuelo rematada en pequeños volantes de flores y lunares que combiné con complementos de Lamágora. Llega el momento en el que la Hermandad se dispone a pasar por el Quema, bautizamos a Pilar y Luismi y hasta Laura Sánchez se enamora de de Coscón.
Noche en la parada más bonita, El Caoso. Los pinares dibujan siluetas en el atardecer del cielo. Juanon nos espera por el carril que da acceso a la finca y, como siempre, nos regala maravillosas fotografías.
Para llegar a la aldea y cruzar El Ajolí, diseño de Eslava compuesto por una blusa de flores en tonos azules, amarillos y corales con falda blanca de perqueños volantes con enaguas rematada con cinta azul. Todo ello combinado con pendientes y peinecillos de Samuel Ortega en tonos dorados.
Ya en la aldea, para la tarde noche del sábado, vestí un clásico diseño de Pitusa Gasul en blanco, negro y grosella que combinaba con mantoncillo a juego. Un diseño sencillo con unos tejidos vaporosos y frescos que daban movimiento a los volantes.
Ver a Camacho Ríos, Javier Mojarro y José Galvañ regalarme un inmenso ramo de flores ,me emocionó. Bailar junto a ellos, disfrutar de Camacho cantando y tocando la guitarra, a Rosa Belmonte derrochar arte por los cuatro costados fue algo maravilloso.
El domingo fue mi cumpleaños. Mi #VerdeEsperanza había llamado a todos mis amigos para que fuesen a casa a celebrarlo con nosotros. El grupo Dando la cara, al igual que en la #BodaFlamenqui, nos acompañaron. Amigos y seres queridos que me felicitaban o me acompañaban, otros no podían por cuestiones personales pero de un modo u otro me hicieron llegar su felicitación. Cante, baile, momentos increíbles, regalos en forma de sonrisas y, aunque era mi cumple, hasta Coscón tuvo un regalo. ¡Qué bien me conoce mi reunión del Rocío! Serrato, Juanito, Carmen, Aurora, Isa, Ale, Anabel y Migue fueron los culpables de ello.
Entre lágrimas me cantaba mi #VerdeEsperanza. Ale, Juanito y Migue se convertían en cantantes improvisados. Ale Acevedo levantaba el dedito. La familia Rosillo formó parte una vez más de nuestras vidas. Juan Boleco aparecía por casa y me regalaba un gran abrazo mientras que Ana Morón y Jorge me sorprendían por allí.
Yo, vestida por Ventura compartía con él su primer día en la aldea del Rocío. Make up de Virginia Corona y complementos nuevamene de Lámágora ponían el broche al look que elegí para este día. Camisa y falda de lunares en tonos grisáceos y negros combinado con coral.
Llegaba la hora del rosario y había que enseñarle a Kike y Virginia, que apenas llevan seis meses en España, cómo la fiesta se tornaba respeto y devoción. Y allí nos fuimos junto a Simpecado de la Hdad. de Sevilla. Unas horas de descanso para esperar que la Virgen saliese y… junto a nuestra hermandad, la esperamos en el eucaliptal, tan cerca y tan lejos de nuestra casa hermandad. Siempre diremos y cantaremos éso de:
Si la Virgen llegara
hasta mi puerta…
La vuelta se vuelven emocionantes silencios. La hermandad se hace pequeña. Las emociones mayores.
Gracias a todos los que de un modo u otro habéis formado parte de este Rocío. Al quien me dio de beber por las arenas. A quien me hizo una foto. A quien me vistió. A quien me paro en la aldea a saludarme porque me había conocido. A quien me mandó un hornazo salmantino para que compartiese con mis compañeros de camino. A mi reunión del Rocío y a quien me adopta los jueves de salida. A todos. A mi #VerdeEsperanza. Vosotros sois mi Rocío. Gracias.
Besitos a los sones de esa sevillana que dice:
Yo no sé si es que es la mía
pero todo el mundo lo sabe
para carreta la de Sevilla
que no lo discuta nadie.
2 Comentarios
Miriam
Holaaaaa!! Me qustaria saber que tipos de zapatos usas para pasar el quema(andando, claro) y que llevabas esa madrugada del salto de la reja?? Mil graciaaas guapi
Claudia
Hola Miriam, yo el Vado del Quema lo cruzo a caballo pero lo que usa muchas gente son las snorkels que puedes comprar en tiendas de deporte. La Virgen la veo de día con mi Hermandad pero siempre voy en vaqueros, camisa y botos. Un beso!