Pedro Béjar en Simof 2016: ‘La versión de Manuela’
Flamenquis…
Todas recordamos aquellos míticos trajes de flamenca de madres o abuelas, según nuestra edad, que en fotos en blanco y negro nos hacen soñar. La sencillez roza normalmente los trajes y, sin embargo, nos enamoran. No tienen nada y lo tienen todo. Esencia de pura flamenca.
Entre aquellos años 50 y 70 vimos verdaderas obras de arte confeccionadas en popelin. Un corte evasé, un talle a la cintura, lunares y mantoncillos, volantes de capa o escote de pico. Con la llegada de Pedro Béjar a Simof ya el año pasado intuíamos su estilo personal. Él se define como coplero, le gusta la flamenca antigua de toda la vida de Dios y no rehúsa a ponerla sobre la pasarela. Si por el fuera, todas las flamencas llevarían el traje cortado a la cintura si bien tambiñen apuesta por los trajes de flamenca canasteros.
Sin embargo, hay algo que lo diferencia de aquellas estampas antiguas. El gran volumen y movimiento del que se impregnan sus trajes de flamenca son reconocibles cuando pasean por el Real de la Feria. Sus trajes se vuelven claveles en los volantes de esponjosas enaguas.
Su edad y juventud, se nota en ése puntito con sabor a ¨moda¨ que da en la parte superior del traje de flamenca, ya sea con volantes que recorren el cuerpo, con blusones o con las mangas.
Su forma de entender un desfile se ve, no sólo en la forma de plantearlo con la música y estilismos siguiendo una línea argumental sino también en el concepto de colección, en este caso, utilizando sólo los colores blanco, azul, buganvilla, rojo y verde lima. Prendada quedé de los inmensos lunares en verde lima.
Recuerdos del pasado con ese punto actual que hoy tanto se lleva en el traje de flamenca acompañado de un estilismo elegante y preciso para dejar que el movimiento y el vestido sean los protagonistas.
Contadme flamenquis… ¿os ha gustado la colección de Pedro Béjar? ¿Qué os parece esta vista atrás a la moda flamenca? ¿Os gustan los trajes de flamenca con tanto vuelo y movimiento o sois de cortes entallados?
Besitos or bulerías!
2 Comentarios
Marina
Ay! Aquellos vestidos de fin de los setenta, camiseta blanca, básica, piquillo a juego con la falda, ramplona, con un par de volantes y nesgas abiertas, la de mi tía en rosa chicle con lunares diminutos en blanco, la de mi madre en rojo intenso con lunares medianos salpicados, y en medio yo, moco flamenco de 4 años, con mi primer traje de gitana en azul marino, con lunares rojos, cosido por mi madre, con poca idea, pero con todo el amor del mundo! Que pena no tener fotos de ellas! Estaban tan auténticas! Me encanta Pedro Bejar, me recuerda a las gitanas antiguas, con sabor a tablao y reina mora, a Carmen Sevilla en los 50 y a las Grecas en los 70, a ese maravilloso pasado gitano y coplero. Nos quiere subir el talle, lo intenta desde hace dos años, y nosotras nos resistimos. Poco a poco.
Fina
No me desagrada la colección… sin embargo, tantos volantes y tan voluminosos son algo incómodos ¿no?- ahora mismo no me veo dentro de un traje así.
Prefiero un traje más ligerito de hechuras, por aquello de que luego cabes en cualquier sitio. Aunque me parece muy bien que hayan hechuras distintas, adecuadas a todos los tipos de mujer que hay y pueden haber, porque no tenemos la misma constitución, ni altura ni anchura… ni edad