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Camino del Rocío…
Imagino que muchas de mis flamencas habrán salido ya con sus hermandades y yo y, muchas otras, estaréis preparadas para salir en estos días. Yo, desde aquí, os deseo un camino lleno de «matitas de romero«, un camino para ir «delante de la carreta, siempre delante, delante», un camino en el que rezar, reír, llorar, cantar al compás de una guitarra en la «pará«… Me encanta ese momento en el que, ya en la parada, el Simpecado está parado, flanqueado por los romeros que se acercan a rezar, iluminado por las estrellas, abrazado por el fresco de la noche y el olor de sus flores… Todo casi en silencio. Mañana…
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Organización…!!!
Flamencas…. que no me he olvidado de vosotras… no podría!! Simplemente ando liadilla. En teoría hoy tendría que estar preparando todas las cosas de la fiesta de mañana pero no he podido porque un buen amigo se ha puesto malito y llevamos casi todo el día en el hospital. Pero ya lo suben a planta y está mucho mejor. También estoy preparandome los que, si Dios quiere, serán mis últimos exámenes y haciendo a la vez cursos de libre configuración para poder acabar la Licenciatura…. Creo que tengo en mi cabeza como unos «tropecientos» posts que se me han ido ocurriendo en estos días cada vez que hacía un descansito…
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Un beso flamenco…
Flamenquis Esta es mi entrada número 200… y es un beso… Un beso flamenco marcado por la sombra y por las luces de una portada de feria, un beso que se da cuando los amigos no miran… y cuando miran también… Es el beso dulce, meloso que borra las huellas de un pintalabios desgastado copa tras copa. Es el beso que con el abanico tapamos, el que se da con las manos en la cintura, es el beso del detalle, del«te quiero», el que se da con una mirada, el que sale a viva voz cuando él te canta esa estrofa de la sevillana que está sonando en la caseta...…
