Reflexiones Flamencas: ¿Innovar o permanecer?
Flamenquis…
En estos días he estado editando posts antiguos, subiendo fotos que no se veían, rebuscando en ese cajón de sentimientos y fotos antiguas y ¿qué me he encontrado? Pues que muchas cosas siguen igual.
Ni bueno, ni malo, ni mejor, ni peor.
Resulta que cada año nos encontramos con diseñadores que innovan en esto de la moda flamenca, a muchos les pedimos que no “se repitan” cada año y de otros nos quejamos porque no se salen de su línea. Es decir, a cada uno lo medimos con un rasero diferente. No me extraña que algunos se pregunten “¿qué quieren de mí? ¿por qué a menganito sí y a mí no?“.
Yo soy la primera que los ha mirado con distinta lupa. Mea culpa. Es más, yo he salido de desfiles de Simof diciendo eso de “visto uno, vistos todos” porque la colección se me ha hecho repetitiva y de determinados nombres he querido ver más. Claro que ahora me paseo por el centro de Sevilla, veo los locales vacíos o tiendas cerradas y pienso “madrecita que me quede como estoy que ya habrá tiempo de inventar“.
Sin embargo, veo que viene mucha savia nueva por detrás, jóvenes talentos que se apuntan a esto de la moda flamenca e insuflan un aire fresco, lleno de moda, a los trajes que después veremos por el Real de la feria. Pero, porque son nuevos, hay quienes ni les miran a la cara cuando hacen un buen trabajo.
Yo soy de las que piensa que los términos medios siempre están bien salvo en determinados casos. Y uno de esos casos es éste. Creo que quedarse en trajes de flamenca que se nos hacen repetitivos e iguales que los demás, que no destacan sobre ningún otro no es bueno. No estoy hablando de precios sino de estilo, moda, diseño.
Es decir, o eres (por poner un ejemplo) Lina que se puede permitir el traje de tres volantes en cascada y siempre diremos eso de “es Lina” o te conviertes en una Rosalía Zahíno o Ana Morón que llegan rompiendo esquemas. Si un diseñador pasa desapercibido, por muy buena costura que tenga, lo tendrá más difícil para que recordemos su nombre… ¡¡hay demasiados que hacen lo mismo!!
Siempre se ha dicho que en tiempos de crisis sólo quien destaca o hace algo diferente, apuesta por sí mismo, emprende… consigue sobrevivir. Pues a eso me refiero.
Los nuevos diseñadores tienen que pelearse con un mercado “rancio” (en el buen sentido de la palabra, ese sentido sevillano que por aquí tanto nos gusta) y a veces los pobres no saben donde mirar, otros se apuntan a ese “más de los mismo“. Yo me sé de dos diseñadoras noveles el año pasado que andan preparando sus colecciones y que no hacen más que mirar fotos agobiadas para no repetirse porque después llegamos nosotros, críticos, bloggers y sabiondos, en muchos casos, y arrasamos sus colecciones. Pero esto es bueno, se exigen mucho a sí mismas y pelean por hacerse un hueco. Valoran el traje de flamenca de diseño y quieren ser ellas, darle un punto diferente, destacar sobre los nombres a los que andamos acostumbrados.
Los clásicos, algunos nombres recordados por todos, muchas veces hacen diseños para salir del paso, lo cual empobrece la moda flamenca. Otros, igualmente conocidos, siguen en la lucha por hacer de la moda flamenca algo más, entienden perfectamente eso de “año nuevo, colección nueva, diferente a la anterior” y tratan de no caer en el hastío del olvido, del “más de lo mismo“.
Y a veces sólo se trata de buscar nuevos tejidos, o combinar de otra forma colores, no siempre tiene por qué ser nuevos volantes o distintos escotes o hechuras. O quizás se trate de hacer puro espectáculo sobre la pasarela con trajes de flamenca más clásicos o más “normalitos“. No lo sé. Cuando los diseñadores me preguntan siempre les digo lo mismo “haz que te recuerden, que hablen de ti“.
Pero claro, viene el problema, ¡¡los costes!! esos costes que tan ahogados los tienen. Y de aquí al tema del precio. Queremos exclusividad, diseño, artesanía, el traje de menganito o zetanito… exigimos y no queremos pagar lo que vale. La pescadilla que se muerde la cola.
Con todo esto ¿qué quiero decir? Bueno, hoy no se trata de hablar de precios que ese tema ya lo hemos tratado otras veces. Es más una reflexión para los diseñadores, nuevos y viejos. Se trata de que piensen si merece o no la pena ser igual que los demás, quedarse en un punto medio del que nadie se acuerda, vivir del “eterno nombre” o es mucho mejor exigirse a sí mismos, acertar o equivocarse, ganar o perder pero hacerlo luchando. Y no lo digo sentada desde la comodidad de un sofá, yo misma ando sumida en una lucha arriesgada en cuanto a mi vida profesional que ya veremos por donde sale.
¿Miedo? Mejor, respeto. Miedo a nada, respeto a todo.
Flamenquis… contadme. Ahora que andamos a las puertas de decidirse cuando será Simof, We Love Flamenco, MBPF Jerez y quienes estarán allí, ahora que ellos tienen que plantearse qué hacer con sus negocios ¿Qué le recomendaríais vosotras? ¿Cuál creéis que es el mejor modo de afrontar esta lucha?
Besitos por sevillanas!!
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15 Comentarios
carmen planchuelo
Aqui va mi humilde opinión: me parece muy bien que se innove, que se hagan cosas que rompan con la rutina(formas, colores, texturas) pues si uno es diseñador y se tiene por tal… logicamente asi debe actuar pero siempre teniendo en cuanta que estas trabajando con vestidos de flamenca y que estos de por sí tienen un canon. A mi no me gusta nada el tipo “Jean Paul Gaultier”a la flamenca, lo veo excentrico sin sentido, es como con la alta costura que es puro espectáculo, a menos que lo que se pretenda sea eso.
Debo ser una rancia y una antigua (ademas de no tener una fortuna) pero me gustan los vestidos de flamenca, flamenca, con los que estas estupenda y son intemporales.
Tambien comprendo que el mercado es el mercado y que este siempre pide mas pero ese es otro asunto.
Claudia
Bueno piensa también que se suele sacar una colección para las pasarelas y trajes de flamenca para la tienda. De todos modos, como digo en el post, no me refiero solo al hecho de innovar en cuanto s nuevos cortes y ten en cuenta que por ejemplo para un diseñador como Sonibel puede ser algo nuevo y rompedor hacer canasteros ya que ellas nunca lo incluyen en sus colecciones. Son muchas cosas, no solo volverse loca con volantes y texturas. Un besito y gracias!!!
María Cristina
Realmente no creo que le tengamos miedo a nuevos colores, texturas, o formas… lo bonito es bonito… no tiene más. El problema viene cuando esa innovación se convierte en una excentricidad. Me gusta ver novedades en la pasarela, al igual que disfruto viendo trajes de toda la vida, pero lo reconozco, no me atrevería a comprar un traje que se saliera mucho de los cánones. Avanzar en los diseños sí, pero sin perder ese aire añejo.
Claudia
Yo soy una rancia en mi vestir flamenco pero cansa ver colecciones de 45 trajes todos iguales año tras año. Lo mejor es que cada uno tiene un sello el problema está cuando se abusa y no se buscan nuevos retos e, insisto, no se trata de volverse locos. Imagina que tu diseñador preferido año tras año sacase lo mismo. Para empezar la prensa no se haría eco de la colección salvo que montases un gran espectáculo sobre la pasarela. Lo segundo es que el negocio no sobreviviría, tú podrías aburrirte de lo mismo y dejar de comprarle y, si no ha atraído nuevos clientes, ¿qué ocurriría? Por eso digo que hay que hacer ruido de un modo u otro.
carmen planchuelo
En eso tienes toda la razón 45 iguales a sí mismos es agotador pero quizas seria mejor colecciones mas pequeñas y digo yo ¿no será que al proliferar las pasarelas a los diseñadores no les queda otro remedio que lanzarse al ruedo con lo que sea?, ¿no se estará matando a la gallina de los huevos de oro?, asumo mi ignorancia – ahora es menor gracias a ti y el resto de las flamenquis- pero tanto va el cantaro a la fuente que… y como dice Maria Cristina “lo bonito es bonito… y no tiene mas”
Claudia
Bueno, cada pasarela tiene unas condiciones. Cada diseñador debe saber a cual presentarse. Por ej. Simof te pide un min. 45 trajes si desfilas solo (otra cosa es cuando compartes pasarela) we love creo recordar que eran 22. Es el diseñador quien decide a cual va y cuanto puede gastarse en presentarse y confeccionar la colección a riesgo de no venderla.
Araceli Mateos
Yo estoy cansada de lo rancio y tambien de los disfraces en pasarela. Creo que la moda tiene y debe influir en nuestros trajes de flamenca.
Para mi unos de los mejores en el 2013 fue Adrian Gónzalez y una vez que te pones un traje de el no quieres ya ningún otro.
Un beso y gracias por tu blog.
Mar
Hola Claudia,
Espero que hayas descansado para poder atacar “la vuelta al cole” con fuerzas. Puede que sea una pregunta estilo to be or no to be pero supongo que es bueno innovar pero tambien guardando lo “antiguo” segun los gustos de cada una. Me puedo maravillar con algo “nuevo” y enamorarme de algo antiguo porque me trae recuerdos en un momento dado…
Y por ejemplo esa foto con los vestidos de lunares es tan “flamenca”, pero con la flor en la cabeza y el panuelo me recuerdan el vestido tradicional de Madrid, el de chulapa. Lo ves un vestido moderno me trae recuerdos antiguos…. Besos de verbena de la Paloma y de chotis!!!
Fina
Buen comienzo de curso, Claudia!
Soy, como algunas comentaristas, un poco conservadora en los trajes de flamenca: me gusta lo de siempre, con retoques que no modifiquen la “esencia” del traje más bonito y favorecedor que existe. Y si es el más bonito y favorecedor ¿para qué cambiarlo y quitarle esas cualidades que lo hacen único?
Algunas veces, debe ser por la presión del mercado, salen vestidos que dan un poco de pena y vergüenza ajena, la verdad.
Yo me sigo quedando con el clásico 2-3-4-5-6 volantes de tamaños distintos, con las mangas medias o largas y su correspondiente volante, con el mantoncillo si es posible y la novedad que venga por la tela, los colores, los aderezos y complementos, etc. ¡ole!
Mery
Hola Claudi!!!
Personalmente creo que cada uno desde su esencia tiene que ir siendo un poco más transgresor cada día!! Hay muchos diseñadores flamencos pero cuando tengo que dar nombres, aparte de nuestra Lina, recuerdo Aurora Gaviño, Rosalía Zahino…porque para mi opinión han innovado en el traje de flamenca, para bien o para mal, los gustos ahí…, pero ha hecho cosas diferentes, o las han sabido vender en la pasarela de forma distinta, en cualquier caso como dice Claudia, han hecho ruido!
Hoy en día arriesgar es complicado, pero también hay que tener en cuenta que precisamente por eso el que invierte en algo quiere que sea diferente, único, exclusivo!!!
Un besito por Alegrías!!!
Jote Martinez
Una vez más Claudia muy buen post y muy buenas repuestas por parte de todo@s, cada cual con toda su razón.
Mi opinion? Yo aun no se que hacer este año, hay muchas ideas, unas mas frescas otras mas rancias, ideas de sobra.
Sigue así.
Bss wapa
Jote Martinez
Anita Ramirez Lozano
Siempre he creído en la innovación
. estoy d tu parte Claudia…aun siendo mezclas de colores como d tejidos..la cuestión es la creatividad y explorar nuevos patrones…
Me encantan tus posts…un saludo Claudia
Marta
A mi me gusta la innovación pero también la tradición, que para eso son trajes tradicionales. Creo que un conjunto de ambas cosas es lo ideal.
Y para acompañar cualquiera de estos vestidos os recomiendo los zapatos de Don Flamenco, una tienda on line especializada con muchísimos modelos, desde los más innovadores, hasta los más tradicionales! 😉
Claudia
Innovación y tradición… totalmente de acuerdo.
Yildum
Hola de nuevo:
pido perdón por si soy tan atrevida y tan directa.
Me molesta enormemente encontrar siempre los mismos tipos de traje.
En una casa de novia, los hay de todas las clases, y tú puedes elegir, lo que quieres, desde estilo princesa, con volantes, recargados, o lisos, y un larguísimo etcétera.
En la variedad está el gusto.
Quiero ver nuevos trajes como los antiguos: barrocos, recargados, con cuatro volantes o más, con mucho vuelo ya desde la cintura, y con materiales nuevos y transgresores.
Divertidos y diferentes, más a lo antiguo.
Siento ser tan añeja y tan poco ceñida, pero a muchas no nos quedan bien los entallados.
Si viera nuevos trajes como los antiguos, con los materiales que hay ahora, y las telas que hay ahora, los compraría.
Eso sí, tal y como he dicho.
¿Por qué? Porque todo vuelve, y todo se pasa de moda, y la gente vuelve a lo antiguo porque, a veces necesitamos un cambio. No todo va a ser ceñido y manga a la muñeca… Y eso que los veo maravillosos, y preciosos, para quienes les sienta bien, y se identifican con ellos; que son muchas.
Siento si ofendo, pero a veces los trajes, ya no parecen de flamenca, hay que volver al abanico de la tradición. Sólo lo digo a modo de que me entendáis, lo que quiero decir.
Valoro enormemente el trabajo de los diseñadores, pero hay que renovarse y ofrecer un abanico amplio, porque a todas, no nos sientan bien, los trajes ceñidos, y los volantes desde la rodilla.
Me gusta bailar, y ver a mi alrededor, una falda de vuelo, desde la cintura, llena de volantes, con cinta de raso, o de tira bordada, o de encaje de bolillos, o con cinta al bies, con 12 volantes desde la cintura, o con cuatro grandes, con dos al final con carruchas, o con uno. Darle vueltas a mi falda, y moverla como si fueran grandes ondas.
Mangas arriba en el sobaquillo, o más grandes, como los claveles, o a la mitad del brazo, o sin mangas. Será por mangas o tipos de ellas? Será por tipos de telas? Será por volantes y medidas? Madre mía, si ahora es cuando se pueden sacar maravillas de todas clases!!!
Incluso las batas rocieras, que son tan bonitas, ahora pueden ser infinitas.
Por otro lado es lo que han comentado en otro post.
Los vestidos de flamenca, o faralaes, no eran como los de chulapa madrileña. Se ha perdido un poco su esencia.
Gracias por este post y Feliz Navidad!!!