Charlando

Jueves Santo y Madrugá sevillana…

Flamenquis…

El día más largo en la ciudad de Sevilla se vivió intensamente por los cofrades, extraños y curiosos que en estos días vienen a disfrutar de nuestra Semana Santa.

Las mantillas salieron a las calles y a mí casi me da un “síncope” con algunas de ellas. Moños altos, gafas de sol, broches “a su amor“, labios corales y vestiditos del Blanco para ir de mantilla… por hacer un resumen. Menos mal que eso sólo son algunas excepciones dentro de la inmensa mayoría que sí siguen el protocolo.

Con todas las hermandades en la calle sólo cabía disfrutar de un día pleno de Semana Santa. Las Cigarreras hacían las delicias volviendo a Sevilla tras dos años en los que no había visitado “tierras extranjeras”. El palio andaba con tal dulzura que casi ni se movía en cada revirá. Disfrutando y paseando ‘victoriosa‘ con marchas clásicas en su repertorio. Los Negritos, por su parte, volvían con el Crucificado que tallase Ocampo y el característico palio de la Virgen de los Ángeles a llamar la atención de niños y grandes. Hermandad de las que hay que ve del primer al último nazareno.

Los Negritos

La Exaltación ponía su ‘barco’ en la calle “Cris, éste te va a sorprender” -le decía su novio- Y ella abría los ojos como platos cuando vio por primera vez la inmensidad del misterio revirando en Orfila. Suena la Banda del Sol y no hacen falta ni izquierdos, pasos atrás ni costeros para hacer la delicia de los presentes. Pasos que andan de frente, sin más. Tras de sí la Virgen de Las Lágrimas con un palio que parece dibujar cada una de esas lágrimas que derrama por su hijo… y seguro que también, por no poder volver a su Templo. Nueve años ya que hace que está fuera de Sta. Catalina.

La Exaltacion

Quinta Angustia de salida. Misterio que deja expectantes a quienes no conocían de antes la cofradía y ven, por primera vez, al Cristo cimbreándose a cada paso de los costaleros. “¿Y va así? ¿Tiene que moverse? ¿No se cae?

Pasión que apaga las luces de la plaza del Salvador y deja ver sus imágenes tras un camino de cirios encendidos. Impresionante la maravillosa imagen de Martínez Montañés en su paso de plata que camina en silencio.

Y se hizo de Madrugá a la hora en la que aun entraba Quinta Angustia, Pasión y El Valle. Todos los pronósticos preveían lluvia a las claritas del día y la gente estaba pendiente de lo que hiciera la Macarena pues ella marcaría la jornada. En veinte minutos el Sentencia había cruzado el arco camino de la S.I Catedral. El Silencio se rompía con la mirada majestuosa del Cristo que sujeta la Cruz de carey al revés y el palio dejaba olor a azahar a su paso.

Triana caminaba a Sevilla. Cruzaba la frontera con ese andar que tanto caracteriza al Cristo de las Tres Caídas. La gente rompía en aplausos por cada chicotá. Ella, sin más caminaba dulcemente, sí, la Esperanza de Triana caminando sin cintura ni bambalinas que se mecen exageradamente.

Triana

Gran Poder en Molviedro ante un silencio atronador de la gente que allí lo espera, un naranjo que con sus hojas dibuja el marco de la foto para la Virgen del Mayor Dolor. 

De casualidad la Macarena y el Calvario en San Buenaventura cuando el calor de un chocolate llamaba a descansar. Y de repente todo se rompe. La Macarena al Salvador, el Sentencia a la Anunciación, La Trianera que se queda en la Catedral y los Gitanos que se van para la Anunciación donde, los nazarenos de la Macarena y los Armaos sí tuvieron un gesto de hermandad con el Señor de la Salud. Imaginadlos, mojándose y se echaron a un lado para que los pasos caminasen con presura a la Anunciación para refugiarse.

Macarena en la Anunciacion

La Macarena finalmente se iba de vuelta a su templo y, en poco más de una hora, volvía a casa. Triana y los Gitanos decidirán en unas horas cuándo lo harán, ambos sin música al tratarse de un traslado y no de una estación de penitencia.

Hoy, tarde ya de Viernes Santo que casi se está acabando, no me queda otra que decir, tristemente que no parece que vaya a arreglarse. Ojalá y en unos minutos tenga que entrar a actualizar este post y decir que alguna hermandad se echa a la calle sin riesgos.

Besitos a los sones de Montserrat por Molviedro.

Un comentario

  • Mariola

    Llevas razón en lo de las Mantillas.Ha degenerado de tal forma que cualquiera ,con cualquier cosita negra puesta ,cree que se puede colocar la peineta y que está monísima !! hubo quien las llamó guarrimantillas, con minifaldas que no tapaban nada, encajes por todas partes e incluso corales !!

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